Fábula: El León y la Mariposa de Cristal

Editorial Pluma Dorada presenta: El León y la Mariposa de Cristal

Editorial Pluma Dorada presenta: El León y la Mariposa de Cristal

En el reino de Aurora, donde los días eran eternamente soleados y las noches brillaban con mil estrellas, vivía un león llamado Arion. Arion era el rey de los animales y su rugido resonaba por todo el reino, infundiendo respeto y, a veces, temor. Aunque era un líder justo, Arion sentía que algo faltaba en su vida. A pesar de su poder y posición, su corazón anhelaba algo más profundo, algo que no podía describir.

Una noche, mientras paseaba por los prados iluminados por la luna, Arion encontró una mariposa de cristal atrapada en una telaraña dorada. La mariposa, con sus alas translúcidas que reflejaban todos los colores del arcoíris, era una visión hermosa y frágil. Al acercarse, Arion escuchó una pequeña voz.

«Por favor, ayúdame,» suplicó la mariposa. «Soy Celeste, la Mariposa de Cristal. Si no me liberas, perderé mi brillo y el reino de Aurora se sumirá en la oscuridad.»

Arion, conmovido por la belleza y la desesperación de Celeste, rompió la telaraña con sus poderosas garras y la liberó. Celeste, agradecida, revoloteó alrededor de Arion y dijo: «Por tu bondad, te concederé un deseo. Pide lo que tu corazón más anhela.»

El león, después de un momento de reflexión, dijo: «He sido un líder fuerte y justo, pero me siento solo. Deseo encontrar la verdadera felicidad y llenar el vacío en mi corazón.»

Celeste sonrió y tocó la frente de Arion con una de sus delicadas alas. «La verdadera felicidad no se encuentra en el poder ni en la soledad, sino en la conexión con otros y en los actos de amor y bondad.»

Desde ese día, Arion comenzó a ver el mundo con nuevos ojos. En lugar de gobernar con un rugido imponente, empezó a escuchar más a los animales de su reino, ayudándolos y comprendiendo sus necesidades. A medida que lo hacía, el vacío en su corazón comenzó a llenarse con la gratitud y el amor de aquellos a quienes servía.

Una mañana, mientras el sol nacía en el horizonte, Arion conoció a una leona llamada Lyra, quien había oído hablar de su bondad y decidió unirse a él. Juntos, Arion y Lyra trabajaron para hacer de Aurora un lugar aún más hermoso y armonioso. La presencia de Lyra trajo una alegría y un amor que Arion nunca había conocido.

La mariposa de cristal, Celeste, continuó revoloteando por el reino, su luz guiando a otros hacia la misma comprensión que Arion había encontrado. El reino de Aurora prosperó bajo el liderazgo de Arion y Lyra, y la felicidad que Arion había deseado finalmente llenó su corazón.

Moraleja: La verdadera felicidad no se encuentra en el poder ni en la soledad, sino en las conexiones genuinas y en los actos de amor y bondad. Al abrir nuestro corazón a los demás, descubrimos la verdadera esencia de la alegría y la satisfacción.

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