Fábula: El Dragón y la Montaña del Eco

Fábula: El Dragón y la Montaña del Eco

Editorial Pluma Dorada presenta: El Dragón y la Montaña del Eco

En un reino lejano, rodeado de océanos y bosques encantados, se encontraba la Montaña del Eco, una cima tan alta que sus picos tocaban las nubes y resonaban con un eco mágico. Se decía que cualquier deseo susurrado en la Montaña del Eco sería escuchado por el viento y llevado hasta los oídos del Dragón de Cristal, una criatura legendaria que tenía el poder de concederlo.

Un día, tres habitantes del reino decidieron escalar la montaña en busca del Dragón de Cristal: Iris, una joven campesina de corazón puro; Thane, un valiente caballero con sed de gloria; y Lyra, una sabia hechicera con ansias de conocimiento.

Iris fue la primera en llegar a la cima. Con una voz suave y temblorosa, susurró su deseo al viento. «Deseo que mi aldea nunca pase hambre y siempre tenga abundancia de cosechas.» El eco llevó su petición a través de los valles y, en un destello de luz, el Dragón de Cristal apareció ante ella.

«Tu deseo es noble y desinteresado,» dijo el dragón con una voz cristalina. «Será concedido.» Con un movimiento de sus alas, el dragón hizo florecer la tierra de la aldea de Iris, asegurando cosechas abundantes para siempre.

Thane llegó poco después. Con voz firme y decidida, dijo al viento: «Deseo ser el guerrero más poderoso del reino, invencible en batalla.» El eco resonó, y el Dragón de Cristal apareció nuevamente.

«Tu deseo es egoísta y busca el dominio sobre otros,» dijo el dragón. «Pero aún así, será concedido, aunque aprenderás una valiosa lección.» Thane recibió una armadura indestructible y una fuerza sobrehumana, pero pronto descubrió que su poder le había aislado, pues los demás le temían y evitaban.

Por último, Lyra, la hechicera, llegó a la cima. Con una voz calmada y sabia, expresó su deseo. «Deseo comprender los misterios de la magia para poder ayudar a quienes lo necesiten.» El eco llevó su deseo, y el Dragón de Cristal apareció una vez más.

«Tu deseo busca el conocimiento por el bien común,» dijo el dragón. «Será concedido.» Lyra recibió un libro antiguo lleno de sabiduría mágica, y con el tiempo, se convirtió en una guía para su pueblo, utilizando su conocimiento para el bien de todos.

Con el tiempo, las historias de Iris, Thane y Lyra se convirtieron en leyendas. Iris fue recordada por su generosidad, Thane por la lección aprendida sobre el verdadero valor del poder, y Lyra por su sabiduría y servicio a los demás. El Dragón de Cristal siguió viviendo en la Montaña del Eco, concediendo deseos solo a aquellos cuyo corazón estuviera en el lugar correcto.

Moraleja: Los deseos que provienen de un corazón puro y desinteresado traen verdadera felicidad y beneficio, mientras que aquellos motivados por el egoísmo y el deseo de poder a menudo llevan a la soledad y el arrepentimiento.

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